Del «tener que» al «querer»: tomar decisiones profesionales basadas en la claridad interior

Del «tener que» al «querer»: tomar decisiones profesionales basadas en la claridad interior

¿Conoces la sensación de que haces cosas en tu vida profesional porque tienes que hacerlo, no porque realmente quieres? Quizá te aferras a un trabajo porque es «seguro». O estás pensando en hacer un determinado programa de formación porque «eso es lo que se hace».

Pero, cuántas veces te preguntas: ¿Es realmente mi decisión? ¿O lo hago por miedo, expectativas o sentido del deber?

La sutil diferencia entre «tener que» y «querer»

A menudo ni siquiera nos damos cuenta de hasta qué punto las influencias externas determinan nuestra vida profesional. Los padres, la sociedad, el curso de nuestras vidas… todo ello puede crear presión. Entonces tomamos decisiones por miedo: miedo a la incertidumbre, a la crítica o a «equivocarnos».

Pero la verdadera realización profesional sólo llega cuando tomamos una decisión que surge de nuestro interior, de lo que realmente es importante para nosotros.

Una decisión profesional que surge de la voluntad se siente diferente:

  • Da energía en lugar de cansar.
  • Resulta fácil, aunque suponga un reto.
  • Se adapta a ti, no sólo a tus circunstancias externas.

¿Cómo reconocer el modo de decisión?

Imagina que te enfrentas a una decisión profesional. Pregúntate:

  • Si nadie esperara nada de mí, ¿tomaría esta decisión del mismo modo?
  • ¿Esta elección me produce alegría o la siento como una obligación?
  • ¿Qué haría si supiera con certeza que todo va a ir bien?

A veces basta con darse cuenta de que se puede elegir. Porque a menudo creemos que tenemos que hacerlo, pero siempre hay una alternativa.

Pasar de la cabeza a la claridad

La claridad interior no sólo viene del pensamiento. A veces nuestro cuerpo nos muestra más rápido que nuestra mente si una decisión es la correcta.

Haz la prueba: visualiza tu elección profesional. Siente tu cuerpo: ¿tu respiración es más tranquila o más superficial? ¿Es más ancha o más estrecha? El cuerpo suele enviar señales más claras que la cabeza.

¿Y si el miedo persiste?

Ninguna decisión está completamente libre de miedo. Pero hay una diferencia entre un miedo que nos paraliza y otro que simplemente forma parte del crecimiento.

La pregunta no es: ¿Cómo evito el miedo?, sino más bien: ¿Qué decisión me hace sentir vivo a pesar del miedo?

Tu siguiente paso

Si te das cuenta de que actúas por necesidad en tu trabajo, te invito a que lo mires más de cerca. ¿Qué posibilidades hay más allá de los patrones habituales? ¿Qué harías si confiaras más en tu voluntad interior?

Si quieres más claridad, estaré encantada de acompañarte en un coaching para ayudarte a tomar tus decisiones profesionales por convicción, y no por miedo. Descubramos juntos lo que realmente quieres. Ponte en contacto conmigo hoy mismo y concierta una primera cita gratuita.